Se trata de “Sky Rojo”, de los mismos productores de “La casa de papel”.
Lali Espósito quien viajó a España para continuar grabando la serie “Sky Rojo”, de los mismos productores de “La casa de papel” y también para Netflix, definió a la historia como “muy dura, truculenta y muy sexual”.
En la serie, creada por la productora Vancouver para Netflix, Lali interpreta a una de las tres prostitutas (las otras a cargo de la cubana Yani Prado y la española Verónica Sánchez) que se escapan de una red de trata.
El reparto de “Sky Rojo”, creada por Álex Pina y Esther Martínez, se completa en roles centrales con Miguel Ángel Silvestre, Asier Etxeandia y Enric Auqer.
“Se trata de un tema muy complicado y muy difícil de contar, producir y actuar”, indicó la actriz y cantante durante una entrevista con EFE.
Y arriesgó que “el reto no es solo retratar esta realidad de una forma veraz, sino que a la vez se mantenga la esencia de una serie que se ve comiendo ‘popcorn’ y, en ese sentido, (el guionista) Alex Pina logró un balance increíble”.
Espósito quien está cumpliendo con los 14 días obligados en cuarentena después de un vuelo internacional, contó que “nos quedan aún varios meses y al retomarla lo iremos haciendo de a poquito, respetando las normas necesarias para evitar contagios”.
Capaz de celebrar la versatilidad que tensa entre sus roles como actriz y cantante, Lali sostuvo: “Tengo muchas aristas. En la música las canciones que mejor funcionan son las que rescatan mi lado más lúdico, las que invitan a bailar. Mientras que últimamente elegí papeles que representen desafíos importantes”.
Uno de esos temas para pasarla bien es “Lo que tengo yo”, escrita por el dueto venezolano Mau y Ricky y el colombiano Camilo, que aunque no nació ni fue grabada durante el confinamiento del coronavirus, lo definió como “de cuarentena”, ya que no se suponía que saliera.
“Es una de esas canciones que se quedó fuera (de sus álbumes), pero una mañana me desperté con ella en la cabeza y así por un tiempo. La tatareaba, la oía en mi mente y la bailaba hasta que dije: ‘basta, la tengo que lanzar'”, confió.